La peste
Desde las primeras páginas hasta el final, cada vez que tomé el libro no pude soltarlo. He terminado de leer capítulos de pie, en la salida del túnel de la estación de trenes de Haedo, en la mesa de una pizzería en Ramos Mejía de donde debí salir corriendo porque se me hacía tarde para el ensayo, y por supuesto, en el baño de mi lugar de trabajo. En sí, esto ya es un dato curioso, porque La peste no es precisamente una obra donde prevalezca la acción. Más bien asistimos a la descripción de una única y larga acción gigantesca: una plaga que avanza sobre la ciudad de Orán, en Argelia, matando poco a poco a sus ciudadanos. ¿Qué es la peste? En mi opinión, la peste no significa nada más allá de sí misma. No es símbolo ni metáfora de significante alguno distinto de lo que en sí misma es: una plaga, y nada más. La pregunta acertada, según mi parecer, sería: ¿Por qué Albert Camus ha elegido describir esa plaga? Y aquí es donde creo que Camus ha sido, antes que un gran escritor, un gr